Tenebroso corazón en tonos de oscuridad, tinieblas, sombras sin dueños, caminantes acompañando al alma acongojada que las siente, pero ignora su presencia, cada energía impulsa el grande deber de anunciar a los que no pudieron tener voz por alguna razón, polvo convertido en recuerdo y que reclama el reconocer que también somos polvo o arena.
Escrito por Arles Fernando Zambrano Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario